Los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, lamentablemente, no se hicieron famosos por los méritos de los organizadores o de los atletas. Fue entonces cuando tuvo lugar el atentado terrorista, que se convirtió en uno de los hechos más terribles que jamás hayan oscurecido los Juegos Olímpicos.
Los XX Juegos Olímpicos, celebrados en Munich en septiembre de 1972, se hicieron famosos por el ataque terrorista palestino contra la delegación israelí. El COI, al igual que las autoridades alemanas, era muy consciente de que se produciría un atentado terrorista en los Juegos Olímpicos, y los analistas incluso predijeron 26 posibles escenarios para su celebración para que los organizadores del evento pudieran ajustar sus acciones y brindar protección a los residentes de los Juegos Olímpicos. Pueblo. Sin embargo, lamentablemente, nunca se tomaron las medidas necesarias.
Parte del motivo del ataque terrorista fue la prohibición de la participación de la Federación de la Juventud Palestina en los XX Juegos Olímpicos. El objetivo del grupo Octubre Negro era apresar a representantes de la delegación deportiva israelí para el posterior intercambio de rehenes por terroristas palestinos, que en ese momento se encontraban en las cárceles. Además, sus planes incluían el asesinato de varios deportistas, lo que permitiría una presión adicional sobre las autoridades israelíes y al mismo tiempo no iría asociado a la necesidad de tratar directamente con los propios políticos, a los que era mucho más difícil llegar.
En la madrugada del 5 de septiembre, 8 terroristas en trajes de entrenamiento y con mochilas llenas de armas ingresaron al territorio de la Villa Olímpica. Se notaron, pero la gente que estaba en el pueblo decidió que eran deportistas. Al llegar al edificio donde vivían los israelíes, los terroristas se precipitaron al interior, dispararon a dos atletas y tomaron como rehenes a nueve personas. Las bajas calificaciones y la mala preparación profesional de las personas que llevaron a cabo las negociaciones y el operativo para liberar a los rehenes provocaron la muerte de los 9 atletas capturados, mientras que tres terroristas sobrevivieron y, posteriormente, las autoridades alemanas los liberaron. Un piloto de helicóptero y un policía también fueron víctimas del ataque.
Fue en 1972 cuando el COI decidió por primera vez un descanso de un día en los Juegos. Muchos atletas e invitados abandonaron Múnich temiendo por sus vidas. A los israelíes se les negó la extradición para juzgar a los terroristas supervivientes Samir Mohammed Abdullah, Abdel Khair Al Dnaoui e Ibrahim Masood Badran. La reputación de las autoridades alemanas se empañó irremediablemente y no lograron limpiarse pronto de la desgracia de Munich. Más tarde, se creó una unidad especial antiterrorista en Alemania, gracias a la cual la conducción de las operaciones militares para liberar a los rehenes tuvo más éxito que en 1972.