Los XXII Juegos Olímpicos de Verano se celebraron en Moscú del 19 de julio al 3 de agosto de 1980. Durante este tiempo, se establecieron 36 récords mundiales y 74 olímpicos, pero los Juegos Olímpicos de Moscú fueron recordados no solo por los logros deportivos.
Los Juegos Olímpicos de 1980 fueron únicos no solo para la URSS, sino para todo el mundo: por primera vez, los Juegos Olímpicos se celebraron en un país socialista. En honor a este evento, la Unión Soviética abrió sus puertas a ciudadanos extranjeros, pero no todos pudieron asistir.
El 20 de enero de 1980, el presidente estadounidense Jimmy Carter anunció un boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú y pidió a otros países que lo hicieran. El motivo del boicot fue la introducción de tropas soviéticas en Afganistán. Tal movimiento de Carter fue dictado en gran parte por su deseo de sumar votos a sí mismo en vísperas de las elecciones: muchos ciudadanos estadounidenses acusaron al presidente de ser excesivamente liberal con la Unión Soviética. Otros 63 estados, incluidos Canadá, Alemania, Japón y Austria, respondieron al llamado a boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú. La situación se vio agravada por el enfrentamiento político entre los países del Pacto de Varsovia y los países de la OTAN. En Estados Unidos, se esperaba que la ausencia entre los participantes
Los Juegos Olímpicos de atletas de los principales países occidentales y China harán de los Juegos de Moscú un evento de segunda clase.
Tres días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, el entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samarancha, mantuvo negociaciones y convenció a Italia, Gran Bretaña y España para que enviaran a sus atletas a los Juegos de Moscú. De muchos países que participaron en el boicot, por ejemplo, de Francia, Gran Bretaña, Grecia, los atletas vinieron individualmente y actuaron bajo las banderas olímpicas. A pesar de todos los esfuerzos, los Juegos en la URSS tuvieron el menor número de participantes desde los Juegos Olímpicos de 1956 en Melbourne.
Los XXII Juegos Olímpicos del Año demostraron una vez más que los Juegos Olímpicos no son solo competiciones deportivas, sino también una lucha política entre países. Lamentablemente, decenas de deportistas de diferentes países del mundo sufrieron esta lucha, que soñaban con competir en los Juegos Olímpicos, pero nunca pudieron demostrar sus logros deportivos. La cuatro veces campeona olímpica Lisa Leslie comentó: "Los políticos de Washington han arruinado el destino de muchos grandes atletas: algunos todavía lamentan perder cuatro años de sus vidas, mientras que otros consideran que sus medallas no están del todo completas". Posteriormente, como era de esperar, la URSS y sus aliados anunciaron un boicot a las Olimpiadas de 1984, que tuvieron lugar en Estados Unidos. Esta decisión influyó en el destino de muchos atletas soviéticos, y pronto el equipo de la URSS perdió sus posiciones de liderazgo.