La ciudad canadiense de Calgary fue seleccionada como la capital de los XV Juegos Olímpicos de Invierno de 1988. Este derecho no le resultó fácil: la ciudad lo solicitó tres veces. Los rivales de Canadá en la última pelea fueron Italia y Suecia.
Calgary utilizó el tiempo y las inversiones de manera muy competente, se construyeron las instalaciones deportivas más grandes: el Olympic Oval y el Canadian Olympic Park. El primero se convirtió en un patio de recreo para el hockey y el patinaje de velocidad, y el segundo acogió competiciones de trineo, esquí de fondo, saltos de esquí y snowboard. Una vez finalizados los juegos, las instalaciones se convirtieron en bases de entrenamiento para deportistas y áreas de esparcimiento para vecinos y turistas.
El emblema de los Juegos Olímpicos fue una hoja de arce estilizada como un copo de nieve, símbolo de Canadá. Las mascotas de los juegos eran las figuras de dos osos polares, Heidi y Howdy. El discurso de apertura en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Calgary fue pronunciado por la Gobernadora General de Canadá, Jeanne Sauve.
A esta Olimpiada asistieron 1.423 atletas de 57 países. Por primera vez asistieron a los Juegos de Invierno atletas de países tan cálidos como las Antillas, Guatemala, Fiji y Jamaica. Estos fueron los últimos Juegos Olímpicos en los que jugaron el equipo nacional de la URSS y dos equipos nacionales alemanes. Se jugaron 46 juegos de premios en 11 deportes.
Los Juegos Olímpicos de Calgary fueron recordados por los nuevos deportes que se presentaron mediante demostraciones. Estos son el estilo libre, la pista corta y el curling, que se convirtieron en disciplinas olímpicas de pleno derecho en los próximos juegos. Además, por primera vez, se incluyeron nuevas disciplinas de esquí en el programa: biatlón alpino y eslalon súper gigante. Las mujeres compitieron por primera vez a una distancia de 5000 metros en patinaje de velocidad.
Los Juegos Olímpicos de Calgary recibieron un nuevo formato de 16 días que todavía se usa en la actualidad. En estos Juegos Olímpicos, se probaron varias innovaciones deportivas tecnológicas: patines de vinilo "ligeros" y diseños mejorados de bobs y trineos.
Los héroes de los juegos fueron el saltador finlandés Matti Nyukanen y la patinadora de velocidad de Holanda Yvonne van Gennip, que ganó tres medallas de oro. La esquiador soviético Tamara Tikhonova, el esquiador suizo Freni Schneider, el esquiador sueco Gundé Svan, el patinador sueco Thomas Gustafson y el esquiador italiano Alberto Tomba ganaron dos medallas de oro cada uno. En el torneo de bobsleigh, el príncipe Alberto de Mónaco hizo su debut.
En la competencia general por equipos, la selección nacional de la URSS ocupó el primer lugar, con 29 medallas, 11 de las cuales fueron de oro. El segundo fueron los atletas de la RDA y el tercero fue el equipo nacional suizo. Los anfitriones de los juegos se limitaron a 5 medallas, entre las cuales no había ninguna de oro.