Muchos admiran las actuaciones de los patinadores. Aún así, este no es solo un baile hermoso, sino también una alta técnica y pasos deportivos bastante complejos. Por lo tanto, el patinaje artístico se ha convertido en el deporte favorito de muchos rusos. Si empiezas a practicar el patinaje artístico profesionalmente desde la infancia, entonces un aficionado siempre puede convertirlo en su pasatiempo. Lo más importante en ambos casos es elegir los patines adecuados.
Instrucciones
Paso 1
Los patines artísticos tienen varias características. Como todos los patines, los patines rizados consisten en un zapato y una cuchilla. La hoja tiene dientes en la parte delantera, ya que los patinadores también se mueven sobre los dedos de los pies, y los dientes también permiten que los atletas salten, lo que hace que su patinaje sea aún más interesante. Por supuesto, debes aprender a usar las puntas. Para un jugador de hockey, por ejemplo, será difícil hacer esto, porque está acostumbrado a rodar sobre hojas lisas y rectas. Otra característica del patín artístico es que el talón distribuye correctamente el centro de gravedad del deportista.
Paso 2
La parte superior de la bota suele estar hecha de cuero. Se estira bien, se mantiene caliente y al mismo tiempo toma la forma anatómica de la pierna del patinador. Las botas profesionales son más rígidas y están hechas de varias capas de cuero.
Paso 3
La comodidad durante el patinaje depende del forro, por lo que al elegir patines artísticos, definitivamente debes prestar atención a esto. Las botas profesionales tienen un acolchado ergonómico acolchado. En los patines de aficionados, la almohadilla también sirve como calentador.
La suela de la bota puede ser de plástico o cuero. El cuero absorbe mejor y se mantiene caliente, pero el plástico es mucho más liviano.
Paso 4
La altura de la bota no es una ventaja en este momento. Por el contrario, cuanto más baja la bota, más fácil es ponerse en cuclillas. Pero las botas bajas son el lote de los profesionales, mientras que los aficionados están mejor sin arriesgarse a una dislocación de tobillo.
Al probarse, asegúrese de usar un calcetín, pero no muy grueso. La bota debe ser cómoda para que nada roce en ninguna parte. Con la bota atada, mueva el pie. Si no se mueve en el zapato, el talón está bien fijo, entonces esto es ideal. A la menor molestia, mida a los demás. ¡Y recuerda que no puedes llevar zapatos para crecer!