La selección alemana de fútbol antes del inicio del Mundial de Brasil era uno de los principales favoritos para ganar el Mundial. Los pupilos de Lev pudieron justificar su estatus, mostrando, quizás, la mayor cantidad de fútbol de equipo entre todas las selecciones nacionales del campeonato.
El equipo de Alemania cayó en el mismo grupo que el portugués, el equipo estadounidense y los ghaneses. Era el Cuarteto G. Los alemanes jugaron el primer partido del torneo de una manera muy organizada. Fueron capaces de derrotar a Portugal con un aplastante marcador de 4-0. El segundo partido de la fase de grupos no fue tan brillante. Los alemanes se opusieron a los inflexibles ghaneses. Los centinelas de Lev pudieron contentarse con solo un empate en el partido con la selección de Ghana (2-2). El último partido de la fase de grupos lo jugó Alemania contra la selección de Estados Unidos. En una lucha tensa, los alemanes ganaron con una puntuación mínima de 1 - 0. Esto permitió a Alemania desde el primer lugar del Grupo G avanzar a los playoffs de la Copa del Mundo.
En los octavos de final, Alemania experimentó ciertos problemas con Argelia. Los 90 minutos del encuentro terminaron en empate sin goles. Solo en la prórroga los alemanes lograron tomar la delantera (2 - 1).
En los cuartos de final, Alemania se enfrentó a rivales más eminentes: la selección francesa. Los alemanes consiguieron otra victoria con una puntuación mínima de 1 - 0. Esto fue suficiente para llegar a la etapa semifinal y jugar allí contra Brasil.
Alemania mostró su mejor fútbol en el torneo en el juego con los anfitriones del campeonato. El demoledor marcador de la semifinal por 7-1 a favor de los europeos les hizo hablar de los alemanes como los principales e incondicionales favoritos del campeonato.
En la final, la selección alemana se enfrentó a Argentina. Fue un partido de oponentes iguales, pero los alemanes resultaron ser más geniales. A pesar de que en los 90 minutos del encuentro no se reveló el ganador (0-0), el público siguió viendo los goles durante el tiempo de juego. Mario Götze anotó el único gol de la victoria en la segunda prórroga, lo que convirtió a Alemania en el cuatro veces campeón mundial de fútbol.
La actuación final de los alemanes se puede llamar triunfante. El equipo nacional alemán era un equipo muy organizado, y no solo una colección de 11 jugadores famosos y talentosos. La victoria de los alemanes fue un merecido resultado del trabajo de los entrenadores, así como de las actividades de la Federación Alemana de Fútbol.