El 5 de julio, en la capital de Brasil, se llevó a cabo el tercer partido de la etapa de cuartos de final del campeonato mundial de fútbol. Las selecciones de Argentina y Bélgica ingresaron al campo del estadio de Brasilia.
El juego comenzó con ataques de los argentinos. Los futbolistas sudamericanos desde los primeros minutos demostraron presión y ganas de jugar rápido. El resultado fue un gol temprano. En el minuto 8 Higuaín atrapó el rebote del balón del belga y golpeó la portería con el primer toque. La pelota golpeó exactamente la esquina lejana y los números 1 - 0 se iluminaron en el marcador.
Después de que se marcó el gol, los argentinos intentaron jugar el primer número durante un tiempo, pero no crearon nada peligroso a las puertas de los europeos. La segunda mitad de la primera parte ya fue otra Argentina. Los sudamericanos empezaron a jugar al fútbol, algo inusual para ellos (demasiado racional e inexpresivo). La cuenta le venía bien a los argentinos, por eso los sudamericanos renunciaron a la iniciativa. Sin embargo, esto no ayudó a Bélgica a crear peligro a las puertas de Romero. Solo se puede recordar un disparo a puerta de los argentinos desde una distancia media. Hay que decir que después de que los argentinos renunciaran a la iniciativa, el fútbol se volvió lento, aburrido y poco interesante para un aficionado neutral.
La primera parte terminó con una ventaja de 1-0 de Argentina.
Al comienzo de la segunda mitad del encuentro, el deseo de Bélgica de demostrar un fútbol brillante y ofensivo no se notó. Quizás a los europeos simplemente no se les permitió hacerlo. Al mismo tiempo, los propios argentinos siguieron jugando casi a pie, sin crear ocasiones de gol en las puertas de los europeos. Todo fue muy pragmático por parte de ambos equipos.
Uno de los momentos peligrosos en la puerta de los sudamericanos es el cabezazo de Fellaini tras un pase desde la banda izquierda. Sin embargo, el balón no dio en el blanco. El fútbol pegajoso duró hasta unos 80 minutos. Solo al final del partido, los europeos asumieron la apariencia de asaltar la puerta de los sudamericanos. Pero en lugar de crear una situación de gol en la portería del enemigo, los europeos casi se pierden la suya. Ya en el tiempo condensado, Messi se fue mano a mano con el portero belga, pero cumplió con torpeza el momento y le dio a la selección belga una última oportunidad. En el último ataque, los europeos pudieron beneficiarse de sí mismos, pero el peligroso centro de Lukaku fue interrumpido.
El resultado final del encuentro 1 - 0 a favor de Argentina lleva a los sudamericanos a las semifinales por el ganador de la pareja Holanda - Costa Rica. El equipo de Messi volvió a mostrar un desempeño mediocre, aunque se logró el resultado. En ambos partidos de playoff, los argentinos apenas lograron marcar dos goles, por lo que la afición de los latinoamericanos espera que el equipo sume más, porque es necesario para ganar el mundial de fútbol.