En 1968 se realizaron los Juegos Olímpicos de Verano por primera vez en su historia en México, más precisamente, en la capital del estado, Ciudad de México. Antes de eso, solo Estados Unidos fue sede de los Juegos Olímpicos en el continente americano. Estas competiciones pasaron a la historia no solo por los deportes, sino también por los acontecimientos sociales y políticos en torno a los juegos.
Atletas de 112 países participaron en los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México. El número de participantes ha aumentado significativamente debido a la proclamación de la independencia de muchos estados africanos.
El primer lugar en la clasificación no oficial de medallas lo ocupó Estados Unidos. Tradicionalmente, el equipo de atletas estadounidenses resultó ser fuerte. Tanto mujeres como hombres han ganado varias medallas de carrera y salto para su selección nacional. Los nadadores de este país también se desempeñaron bien.
La Unión Soviética quedó en segundo lugar, solo unas medallas detrás. Los atletas soviéticos eran líderes en gimnasia, boxeo y levantamiento de pesas. Los equipos de voleibol soviéticos masculinos y femeninos también recibieron el oro.
El tercer lugar, para sorpresa de los expertos en deportes, se lo llevó Japón. El desarrollo económico de este estado después de la Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto positivo en la popularización del deporte. Los japoneses demostraron su éxito en el maratón, así como en el voleibol: tanto el equipo femenino como el masculino se convirtieron en medallistas de plata.
Los Juegos Olímpicos de la Ciudad de México se han hecho famosos por sus numerosas protestas. Los movimientos juveniles mexicanos han lanzado manifestaciones callejeras exigiendo el derrocamiento del gobierno. Para ello eligieron el período de las Olimpiadas con el fin de atraer la máxima atención de la comunidad internacional a las políticas de las autoridades mexicanas.
Algunos deportistas han participado en acciones políticas individuales. Por ejemplo, dos atletas negros estadounidenses, justo en la ceremonia de premiación, realizaron una protesta contra la discriminación contra la población negra de Estados Unidos. Esto fue una violación del orden de los juegos, que terminó en la descalificación para ellos ya en casa.
Al mismo tiempo, la gimnasta checoslovaca Vera Chaslavska también se pronunció contra la Unión Soviética en la ceremonia de premiación, en particular, su invasión de Checoslovaquia. Este resultó ser el final de su carrera deportiva.
