Los Juegos Olímpicos de Londres serán recordados no solo por la escala e intensidad de la competencia, sino también por las decisiones más que controvertidas de los jueces. Uno de ellos resultó estar directamente relacionado con la gimnasta rusa Maria Paseka.
En la competencia de gimnastas en la bóveda, el estadounidense McKayla Maroni fue considerado el favorito, mientras que nuestras esperanzas estaban asociadas con la debutante, Maria Paseka, de 17 años, quien ya había ganado una medalla de plata en el campeonato por equipos. Las gimnastas de Canadá y República Dominicana cometieron graves errores al aterrizar (la canadiense también resultó gravemente lesionada).
Maria Paseka realizó muy bien el primer salto, mientras que en el segundo salto el aterrizaje fue indistinto, la gimnasta intervino para la “salida”. El estadounidense Maroni, que saltó después, realizó de manera brillante el primer intento y cayó en el segundo salto al aterrizar. Esto se considera un error grave y resultará en una reducción significativa en la puntuación. Sin embargo, la puntuación dada permitió al estadounidense evitar el Apiario en la suma de dos saltos.
Esto provocó una reacción violenta de los espectadores y comentaristas deportivos. El panel de jueces, al explicar los motivos de su decisión, se refirió a que Maroni, dicen, primero aterrizó claramente en ambas piernas, y solo entonces, habiendo perdido el equilibrio, se sentó. Pero tal explicación es, por decirlo suavemente, dudosa. En efecto, por su segundo salto, Maroni recibió 8.200 puntos, mientras que una gimnasta de República Dominicana, que realizó un salto mucho más difícil y también cayó después de aterrizar, recibió una valoración de solo 7.566 puntos. Dar cualquier explicación plausible para
en esta ocasión los jueces no pudieron o no quisieron. Así, Maroni superó a nuestra Maria Paseka por 0,108 puntos.
La gimnasta rumana Sandra Izbasha, que actuó última, realizó claramente ambos saltos y recibió calificaciones bastante altas. Esto le permitió ganar la medalla de oro. La plata fue para el estadounidense Maroni, el bronce para Maria Paseka. Y si la victoria de la gimnasta rumana parece bastante merecida y justa, entonces la distribución del segundo y tercer lugar entusiasmará a los fanáticos del deporte durante mucho tiempo, causando emociones muy violentas.
La gimnasta rusa, al evaluar su propio desempeño, se quejó de la falta de experiencia. “Me puse nerviosa por primera vez en los Juegos Olímpicos”, admitió con franqueza Maria Paseka.