Todas las bolas, independientemente de su propósito, tienen un problema en común: tarde o temprano se desinflan y es necesario bombearlas. Pero no hay necesidad de apurarse, ya que cada bola tiene sus propias características, y tendrás que inflarla, teniéndolas en cuenta.
Instrucciones
Paso 1
Para evitar problemas innecesarios al bombear la bola, se recomienda que la pruebe más a fondo al momento de la compra. Una buena pelota que esté en buenas condiciones debe estar bombeada y elástica. De lo contrario, existe el riesgo de comprar una pelota defectuosa.
Paso 2
Prueba de calidad: tírelo a una altura de aproximadamente 180 cm. Si la altura de rebote corresponde a 120-140 cm, entonces se puede comprar la pelota. Es incluso más fácil hacer lo mismo desde la altura de la cabeza, mientras que el rebote debe llegar a la altura del cinturón.
Paso 3
Sería útil comprobar el pezón. Los propietarios de bicicletas suelen hacer esto aplicando saliva a la bicicleta. No habrá burbujas de aire en un pezón que funcione. Para no obtener una pelota con un defecto en la superficie, es necesario lanzarla hacia arriba y observar su rebote. Si la pelota rebota en diferentes direcciones después de ser golpeada, la pelota está defectuosa.
Paso 4
Para bombear la pelota, use una bomba de automóvil, que debe incluir una boquilla de plástico diseñada para expulsar el polvo de los lugares difíciles de alcanzar. Después de colocar la punta de plástico en el pezón, puede comenzar a inflar la pelota.
Paso 5
Si la pelota no es una pelota de fútbol, no debes patearla ni sentarte sobre ella, ya que perderá su forma original. Si se usa una aguja al bombear, primero aplique un par de gotas de aceite especial en el orificio del pezón y luego inserte la aguja allí.
Paso 6
La pelota se infla al valor que se muestra junto al pezón. En este caso, el aceite protege la válvula y las paredes del pezón de posibles daños por la aguja, le da elasticidad y la protege de la desecación. Si no hay aceite a la mano, se puede usar saliva.
Paso 7
Al bombear, no use grasas que no estén destinadas a esto, ya que pueden provocar la destrucción del pezón. La aguja en sí debe tener una superficie perfectamente plana. Para no bombear la bola, se recomienda controlar su presión interna con un manómetro.