Quienes practican mantra yoga tarde o temprano se preguntan cuál es el mecanismo de este yoga. Después de todo, da resultados realmente tremendos. Y queremos saber, al menos en una primera aproximación, a través de qué mecanismos es esta magia.
Hoy tocaremos el apartado fundamental del yoga de la inseparabilidad de forma y nombre. En sánscrito suena como "nama" y "rupa", que significa nombre y forma. Cada nombre tiene una forma y cada forma tiene un nombre. ¡Y siempre coinciden!
¿Qué es un nombre? El nombre es una cierta vibración de sonido. Lo percibimos con los órganos del oído. Si alguien nos llama por nuestro nombre, entonces nos llegarán algunas vibraciones y compresión de aire. Si esto se muestra en un gráfico, se verá como una fluctuación de presión. Una vez que estas vibraciones llegan a nuestros oídos, forman vibraciones en nuestras terminaciones nerviosas. Estas vibraciones luego transmiten la señal a un nivel más sutil.
Como resultado de este proceso, entendemos que fuimos llamados. Así es como se ve el proceso externamente. Para nuestra estructura interna, existe un cierto lenguaje. Es la correspondencia entre la vibración que ocurre en la superficie o dentro de nuestro budhi y el objeto que construye el budhi.
¿Qué es Budhi? Budhi (sct.) Es un concepto de la filosofía india, un principio intelectual-volitivo, la razón. Budhi evalúa pensamientos e ideas.
Aquí es exactamente lo mismo. Hay una secuencia de lo que en budhi es una copia exacta del objeto que se representa en budhi. Podemos decir que hay un protolenguaje, un idioma original que es comprensible para todos los que tienen budhi. Sobre la base de esto, incluso existe la creencia de que existe un superpoder de budhi: comprender todos los idiomas del mundo, así como los idiomas de las aves y los animales. Pero esto ya pertenece al reino de la fantasía y los mitos que rodean al yoga.
Tan pronto como esta o aquella información entra en manas a través de los sentidos, se forma una vibración, y esta vibración es una copia exacta que se forma en budhi. Como resultado, vemos la inseparabilidad del nombre y la forma. Resulta que si conocemos el nombre y lo pronunciamos, en budhi, al menos por una fracción de segundo, se forma una imagen correspondiente al nombre. Esta imagen, a su vez, es capaz de competir con aquellas imágenes que nos llegan del Universo circundante.
Y si ocurre una situación en la que tenemos que vernos o percibirnos en una u otra posición, entonces para evitar que la situación se desarrolle, reemplazamos el objeto innecesario por el necesario, como si exprimiéramos el objeto innecesario. Al mismo tiempo, visualizamos el objeto deseado y lo reforzamos con un mantra.
Las imágenes de estos objetos comienzan a entrar en conflicto entre sí. ¡El más fuerte gana! Aquel a quien nosotros mismos dotamos de este poder se vuelve fuerte. ¡Resulta que el impulso que generamos por nuestra voluntad va de nosotros al Universo circundante! Y el Universo circundante, a su vez, comienza a cambiar la forma en que lo necesitamos. ¡Qué mecanismo tan complicado!
Nosotros, controlando varias imágenes con la ayuda de nuestra imaginación, reforzando el mecanismo con yantras, mantras, reconstruimos todo nuestro Universo. ¡Teoría fantástica! Resulta que si necesitas algún objeto o fenómeno, entonces puedes provocar su aparición repitiendo el mantra. El mantra creará la imagen y la imagen afectará a todo lo demás. ¡Y el Universo solo se adaptará a esto!
Por supuesto, en realidad este mecanismo es mucho más complicado. Esta información se proporciona solo para la primera comprensión de cómo funciona el mantra yoga. Lo principal es que no nos obsesionamos con la teoría, sino que adoptamos la práctica. ¡Elegimos un mantra y comenzamos a cambiar nuestro Universo!