Cuando la temperatura fuera de la ventana sube por encima de los 30 grados, entonces, haciendo entrenamientos regulares, es muy importante tener esto en cuenta. Vale la pena revisar el modo y la carga. Esto se debe al hecho de que con un aumento de la temperatura y el estrés en el cuerpo, no solo puede haber deshidratación, sino también insolación.
Con un mayor estrés en el cuerpo, una persona comienza a sudar y, si a una temperatura promedio, el sudor enfría la superficie del cuerpo y se evapora normalmente, esto no sucede con el calor. Y el resultado es un aumento de la temperatura corporal y palpitaciones cardíacas.
Los expertos dicen que hacer ejercicio en un día de verano puede provocar el doble de pérdida de líquidos que hacer ejercicio en otras épocas del año. Y si en este momento se reduce la ingesta de líquidos, entonces es muy fácil sufrir un golpe de calor, seguido de una disminución de energía y pérdida de fuerza. El golpe de calor es el sobrecalentamiento del cuerpo, que es una consecuencia de la incapacidad del cuerpo para enfriarse. Comienza con una falla en el funcionamiento normal, principalmente debido a un bajo porcentaje de líquido en las células del cuerpo. Una persona deja de sudar y se produce un salto de temperatura. Cabe destacar que en los deportistas existe un tipo de golpe de calor en el que la sudoración no se detiene, la temperatura corporal aumenta y el estado de conciencia cambia.
Puede comprobar su estado utilizando escalas ordinarias. Solo necesitas pesarte antes y después del entrenamiento. Este será un indicador de la pérdida de agua del cuerpo. Algunos expertos sugieren agregar glicerol a la bebida 30 minutos antes del entrenamiento, lo que permite que los riñones retengan líquido. Y tampoco debe rociarse con agua, solo debe beberla, enfriando así el cuerpo.
Al cambiar al programa de entrenamiento de verano, debe volver a seleccionar la carga. Siempre debe comenzar con una pequeña cantidad de ejercicio para darle a su cuerpo la oportunidad de reconstruirse. Como regla general, el cuerpo tiene tiempo para reconstruirse en dos semanas. Se recomienda agregar gradualmente la carga. Las clases deben llevarse a cabo por la mañana, cuando el aire aún no está caliente. Y para el entrenamiento, es recomendable elegir ropa que drene líquido.