Por lo general, la oreja se lava si hay un objeto extraño o cerumen en ella, lo que afecta la audición y causa molestias a su propietario. Sin embargo, no es seguro enjuagarse en casa, ya que realizar el procedimiento incorrectamente puede dañar el tímpano. Para evitar que esto suceda, debe seguir las reglas para lavarse la oreja.
Instrucciones
Paso 1
Antes de lavar la oreja, en primer lugar, es necesario ablandar el tapón de azufre con vaselina o aceite vegetal, que se instilan en la oreja después de precalentar a 37 ° C. Este procedimiento debe llevarse a cabo dentro de los 5 días: se deben instilar 4 gotas de aceite tibio dos veces en el oído. En este caso, el tapón sulfúrico se hinchará, lo que dará lugar a un deterioro leve y temporal de la audición. Está estrictamente prohibido utilizar hisopos de algodón o fósforos con algodón.
Paso 2
Si el tapón ablandado y lubricado no sale del oído por sí solo, o sale pero no completamente, el canal auditivo se puede enjuagar suavemente. Para el procedimiento, debe usar agua que no esté más caliente o más caliente que 37 ° C; de lo contrario, una persona puede sentir al menos náuseas y mareos. Cuando se perfora la membrana timpánica, el agua se reemplaza con soluciones desinfectantes como furacilina, rivanol o permanganato de potasio.
Paso 3
Durante el procedimiento para lavarse la oreja, la persona debe sentarse y debe colocarse una bandeja conveniente cerca de su cuello, en la que se verterá agua. Para que el líquido entre directamente en el canal auditivo, debe tirar de la aurícula hacia arriba y hacia atrás un poco para que el pasaje se enderece tanto como sea posible. Para el enjuague casero, generalmente se usa una jeringa sin aguja o una jeringa, cuya capacidad es de 100 a 150 miligramos.
Paso 4
La punta de una jeringa o jeringa se inserta en el canal auditivo solo 1 centímetro, pero no más. El líquido debe dirigirse con suaves sacudidas hacia la superficie de la pared posterior superior del canal auditivo, mientras que está estrictamente prohibido presionar con fuerza el pistón, ya que la alta presión puede dañar el tímpano. Al lavarse, el paciente puede sentir un ruido desagradable de las burbujas de aire que se mezclan con el agua. Al final del procedimiento, la cabeza del paciente debe inclinarse para permitir que el líquido restante drene libremente y luego secar completamente el canal auditivo con hisopos de algodón. Después de eso, es recomendable visitar a un otorrinolaringólogo que confirmará la extracción del tapón de azufre.