El yoga nos enseña a pulir todas nuestras manifestaciones. Lo mismo debería hacerse con nuestra mente y sentidos. Como sabemos por fuentes antiguas, lo que comúnmente se llama nuestro cuerpo no es un cuerpo, sino un grupo de cuerpos. Estos grupos están impregnados de numerosos canales, nadis. Prana circula a través de los canales, que mantiene unidos a estos tres grupos de cuerpos.
Los canales están tejidos por sí mismos en grandes nudos. Los nodos se llaman chakras o lotos. Y estos plexos, a su vez, son penetrados por el Sushumna o el canal central del cuerpo humano. Sushumna separa nuestra Conciencia, que se encuentra en la coronilla de la cabeza, a menudo se representa como un loto con mil pétalos, y Energía, que se llama energía Kundalini.
Sobre la base de esto, una vez formamos nuestros cuerpos hace mucho tiempo. Algo que hemos funcionado mejor, algo peor. Durante nuestras muchas vidas hemos contaminado algunos canales, algunos aún no están desarrollados en nuestro país.
Lleva mucho tiempo encontrar los canales y la suciedad que se ha acumulado en ellos. Podría costar miles de millones de vidas. Pero si avanzamos y desarrollamos con métodos de yoga, nuestro desarrollo será más rápido y eficiente.
Para encontrar nosotros mismos los métodos que nos ayuden a perfeccionar nuestros cuerpos y a que nuestro Ser Superior nos conozca a nosotros mismos, perderemos, como se mencionó anteriormente, millones de vidas.
Pero los yoguis y yoginis de la antigüedad nos dieron un regalo. Ellos ya han descubierto este conocimiento por sí mismos, alcanzaron alturas sin precedentes en el autoconocimiento y amablemente nos brindaron sus mejores prácticas en forma de práctica y teoría del yoga.
Gracias a estas prácticas, visualizaciones, meditaciones, podemos acelerar significativamente nuestro desarrollo espiritual. Usando los métodos del yoga, podemos cambiar radicalmente nuestro mundo interior y conocernos a nosotros mismos y las leyes del Universo.