Entre los diferentes tipos de deportes de invierno, quizás el entretenimiento más popular entre la gente sea el patinaje sobre hielo. Sin embargo, los patines pueden darte un verdadero placer solo cuando es fácil y agradable montarlos, y esta ligereza se desarrolla no solo por la calidad del hielo en la pista y por la calidad de los patines en sí, sino también por el grado de afilado de su hoja. Si la hoja de sus patines está desafilada, notará que los patines ya no van tan rápido como solían hacerlo. Puede afilar patines con un maestro o por su cuenta, si tiene las herramientas adecuadas.
Instrucciones
Paso 1
Afilar correctamente los patines implica un surco en la hoja, lo que hace que patinar sea más cómodo debido a un menor contacto de la hoja con el hielo. Si decide afilar sus patines usted mismo, sin contactar a un maestro, necesitará una muela con un motor eléctrico y una placa guía.
Paso 2
Con una muela, rectifique la ranura, luego tome una lima redonda con una hoja de 4,5 mm de grosor con un diámetro de 10 mm y corte manualmente a través de la profundidad y la forma correctas de la ranura, llevando su profundidad a 0,5-0,6 mm.
Paso 3
A medida que da forma a la ranura, afila simultáneamente los bordes de los patines con una lima. Preste atención a cuán simétrica es la ranura de la cresta; no debe inclinarse hacia un lado u otro. Para asegurarse de que la ranura sea pareja, tome cualquier regla plana o placa y colóquela a lo largo de la ranura perpendicular a la hoja de la cumbrera.
Paso 4
Las rebabas de metal de la hoja deben eliminarse con una lijadora de grano fino. Repita el proceso de lijado en ambos patines, luego verifique si las cuchillas están afiladas igual y la ranura es la misma.
Paso 5
En el caso de afilar patines artísticos, la ranura puede alcanzar los 11-15 mm de profundidad, y los patines de hockey tienen una ranura poco profunda. Cuanto más a menudo patinas, más a menudo necesitas afilarlos.
Paso 6
Verifique el estado de las cuchillas de vez en cuando, y si nota que comienzan a desafilarse, corríjalas con una lima o una lija redonda, no permitiendo que las cuchillas se desafilen demasiado.