El fútbol moderno no se puede imaginar sin jugadores técnicos y veloces. El regate es parte del arsenal en el que tienes que trabajar duro en cada entrenamiento. Existe un cierto esquema para mejorar las habilidades de flanquear a los jugadores del oponente.
Es necesario
- - bola;
- - botas;
- - campo de fútbol;
- - conos.
Instrucciones
Paso 1
Átese bien las botas. Asegúrese de que la pierna esté firmemente asentada, pero no demasiado apretada. Este momento es fundamental para el control del balón, ya que los pies sueltos en los tacos reducirán la velocidad al regatear. Tenga siempre presente este aspecto.
Paso 2
Driblee la pelota cada ¼ y ½ pasos. Concéntrate siempre en controlar el balón de cerca. Ésta es la principal cualidad de un regateador, ya que no tiene sentido trabajar en la velocidad si no hay un control claro del balón. Pase a un trabajo más rápido (carrera) tan pronto como pueda controlar bien el movimiento cada medio paso.
Paso 3
Usa conos en tu entrenamiento de regate. Colóquelos en el campo de modo que obtenga un corredor recto de triángulos. Mueva la pelota alrededor de cada cono, como un esquiador que hace slalom cuesta abajo e intenta golpear el espacio entre los obstáculos. Empiece a regatear cada medio paso para tener confianza en su técnica. Solo entonces aumente la velocidad. Luego, acerca los conos un poco más para que te resulte más difícil acariciarlos.
Paso 4
Hágalo difícil para usted. Ahora haz un pasillo con rectángulos. Debe tener aproximadamente 10 metros de ancho y 30 metros de largo. Empiece a moverse por el pasillo, regateando cada cuarto de paso y acelere cada 6-7 metros. Vuelve regateando al mismo ritmo. La práctica de pasar de un tempo lento a medio a un tempo alto es fundamental para aumentar la velocidad de regate.
Paso 5
Aplicar las habilidades adquiridas en situaciones de juego reales. Tenga en cuenta que es lo suficientemente cómodo como para realizar los movimientos de bypass durante su entrenamiento. Mientras que en un partido oficial no hay margen de error. Actúe según el principio: mejor, más simple, pero más confiable. Es más conveniente hacer un movimiento simple, pero vencer al oponente y quedarse con el balón, que perderlo.