Seguramente desde muy joven, pensaste en cómo aprender a correr rápido y a no cansarte sintiéndote superior a tus amigos. Correr rápido es especialmente importante para algunos deportes. Entonces, estudiando algunas técnicas y haciendo todo lo posible, lograrás excelentes resultados.
Instrucciones
Paso 1
Realice carreras cortas y cortas todas las mañanas. Alterne una caminata rápida con un trote intenso, trate de controlar su respiración. Después de dos semanas, habrás acumulado una buena resistencia con carreras de larga distancia y cambios de ritmo.
Paso 2
Combine trotar regularmente por la mañana con entrenamiento de fuerza para ayudarlo a mejorar sus características más importantes: longitud y cadencia. Párese derecho con un pie delante del otro escalón, los brazos a los lados. Empuje lo más posible con la pierna extendida y salte hacia adelante bruscamente, mientras levanta la rodilla de la otra pierna lo más alto posible. Al aterrizar, no te detengas, realiza inmediatamente el segundo salto, empujando con la pierna opuesta. Haga de 15 a 20 de estos ejercicios diariamente.
Paso 3
Párese con los pies separados al ancho de los hombros y con la espalda recta. Siéntese lo más bajo posible y salte bruscamente, mientras levanta y tira de los brazos. Intenta saltar lo más alto posible. Al aterrizar, no dé ningún paso, trate de permanecer en su lugar. Después de aterrizar en el punto de partida, vuelva a saltar y estire los brazos hacia arriba. Realice entre 15 y 20 de estos ejercicios.
Paso 4
Al salir a la calle, no debe correr de inmediato, dedicar de cinco a diez minutos a un calentamiento ligero, desarrollar articulaciones. Haga los ejercicios más simples: sentadillas, balanceo de brazos y piernas, estiramiento de pantorrillas y rotaciones del torso. Camine a un ritmo acelerado para aumentar su frecuencia cardíaca. Inhale profundamente por la nariz y exhale completamente por la boca.
Paso 5
Presta especial atención a la respiración mientras corres, esto te ayudará a correr y no te cansarás. Inhala con la nariz, exhala por la boca. Debido a esto, los pulmones están uniformemente saturados de oxígeno. Al inhalar y exhalar por la boca, los músculos pectorales y los pulmones no se desarrollan y el cuerpo consume significativamente más oxígeno. Respire lo más profundamente posible, el ritmo debe ser tranquilo y mesurado.