La lucha no es la forma de resolver la mayoría de los problemas. Sin embargo, cada vez más hombres y mujeres quieren aprender a protegerse a sí mismos y a sus seres queridos durante esta época turbulenta.
El enfoque correcto para luchar
En primer lugar, debe comprender que es imposible aprender a luchar en poco tiempo. Después de todo, debes pasar por un entrenamiento psicológico, físico y de combate. Sin pasar por ninguna de estas etapas, es poco probable que seas un buen luchador.
Elige el tipo de lucha que quieres hacer. Para las peleas callejeras (situaciones de agresión abierta fuera del ring o la sala), el judo, el boxeo, el kickboxing, el karate de combate o la lucha libre son los más adecuados. Todos estos tipos de artes marciales son buenos porque realmente son golpeados y realmente se les enseña a alejarse del golpe. En el marco de estas artes, explican y muestran cómo golpear los puntos débiles.
El secreto está en un enfoque integrado
Una vez que elija pelear, sintonice un largo proceso de aprendizaje. Dominar la técnica de la lucha, llevar el cuerpo a la forma física deseada llevará al menos un par de años. Para desarrollar masa muscular, complemente las actividades de lucha libre con preparación física general: ejercicios con barra o mancuernas, correr o nadar. Tales actividades desarrollan resistencia y fuerza, aceleran la reacción y el carácter. Tanto la lucha como el entrenamiento físico deben ser regulares. Al mismo tiempo, es muy importante aumentar la carga gradualmente. Idealmente, debe coordinar su entrenamiento físico general con su entrenador de lucha libre. Él lo ayudará a elegir el ritmo de entrenamiento adecuado, determinar el nivel correcto de carga.
La ventaja indudable de cualquier club de artes marciales serio es la capacidad de luchar contra un oponente en vivo. No se pueden adquirir habilidades prácticas sin una formación real por contacto. Los libros y los cursos teóricos no le brindarán la experiencia o la información que se puede obtener durante el combate de primer contacto bajo la guía de un entrenador experimentado.
No tenga miedo de hacerle preguntas a su entrenador que pueda pensar que son tontas. Si no entiende algo durante su entrenamiento, asegúrese de verificar los detalles de inmediato. Las lagunas inesperadas en la técnica de combate o el conocimiento teórico pueden resultar las peores en situaciones críticas.
La emoción es un aspecto muy importante de la preparación para una pelea. La mayoría de las personas civilizadas tienen una especie de barrera psicológica en la cabeza que no les permite lastimar a otras personas. Es necesario aprender a sortear esta barrera en una situación de amenaza abierta, liberando el instinto de autoconservación. Lo más probable es que el entrenador le diga sobre los métodos para sortear esta barrera, y entrenar con oponentes aproximadamente iguales a usted le ayudará a deshacerse del miedo al dolor y la batalla.