La fatiga y la tensión muscular después del ejercicio son naturales. Para recuperar la fuerza y recuperarse, existen varias formas sencillas y efectivas. Le ayudarán a relajar los músculos y a sentirse mejor.
Instrucciones
Paso 1
Después del entrenamiento, haz ejercicios de respiración. Asegúrese de concentrarse antes de hacer el ejercicio. Respire y respire lenta pero profundamente (4 segundos cada una). Intente relajarse en el momento. Mientras exhala, imagine que la energía negativa y la tensión abandonan su cuerpo.
Paso 2
Asegúrese de estirar después de terminar su entrenamiento. Es una excelente manera de reconstruir los músculos, fortalecerlos y liberar la tensión en el cuerpo. Estírate lentamente en diferentes direcciones. Los ejercicios de estiramiento también se pueden realizar estando acostado en el suelo. Mantenga cada movimiento durante 15-20 segundos.
Paso 3
Toma la posición inicial para el ejercicio. Párate derecho. Separe los pies a la altura de los hombros. Estire los brazos hacia arriba. Trate de no levantar los pies del piso durante este ejercicio. Fije el cuerpo en esta posición durante 10-15 segundos. Después de eso, incline suavemente el cuerpo hacia adelante. Regrese lentamente a la posición inicial. Repite el ejercicio 3-5 veces.
Paso 4
Toma la posición inicial. Para hacer esto, acuéstese boca arriba. Coloque sus manos a lo largo del cuerpo. Presione sus rodillas contra su pecho. Mueva su cuerpo hacia adelante y hacia atrás. Haga este ejercicio 5-7 veces.
Paso 5
Un sueño reparador y saludable también te ayudará a recuperar tus músculos después del ejercicio. Dale a tu cuerpo el tiempo que necesita para descansar. Recuerde: el sueño no solo promueve una recuperación muscular más rápida, sino que también ayuda a mejorar el funcionamiento mental y la fuerza muscular.
Paso 6
Visite a un masajista profesional. Un especialista experimentado realizará un curso especial de tratamientos que relajarán sus músculos.
Paso 7
Después de su entrenamiento, tome un tratamiento de agua. La sauna y el baño, debido al aumento de la circulación sanguínea y la temperatura corporal, contribuyen a una mayor saturación del cuerpo con nutrientes y oxígeno, necesarios para la recuperación muscular.