En 1998, por tercera vez en la historia, los Juegos Olímpicos se celebraron en Japón. La capital de los juegos fue la ciudad de Nagano. Estos juegos se han hecho conocidos por su excelente organización e instalaciones deportivas de la más alta calidad.
La sede de los Juegos Olímpicos de 1998 se determinó en una reunión del Comité Olímpico Internacional en 1991. Salt Lake City fue un fuerte competidor para Nagano. Sin embargo, la comisión decidió que no debería haber dos juegos seguidos en Estados Unidos. Después de todo, la competencia de verano tuvo lugar en 1996 en Atlanta.
A los Juegos de 1998 asistieron 72 países. En particular, solo los atletas de Sudáfrica y Kenia vinieron de África. Tradicionalmente, esto es menos de la mitad de los estados que envían a sus equipos a los juegos de verano. Esto se debe principalmente al alto costo de entrenar a los atletas en muchas disciplinas invernales. Por ejemplo, los toboganes requieren la construcción de varios tipos de senderos. Además, en muchos países simplemente no existen las condiciones climáticas adecuadas, lo que hace que la formación sea aún más cara.
Cinco países enviaron a sus atletas a los juegos por primera vez: Macedonia, Kenia, Uruguay, Azerbaiyán y Venezuela.
Por tradición, el juego fue inaugurado por el jefe de estado, el emperador de Japón Akihito.
Ha habido cambios en el programa del juego en comparación con las competiciones anteriores. En particular, se organizaron competiciones en dos nuevos deportes: curling y patineta. Y en el hockey, no solo los equipos masculinos sino también femeninos comenzaron a competir.
En la clasificación no oficial de medallas, Alemania ocupó el primer lugar, lo que sorprendió a los expertos en deportes. Los atletas de este país han ganado 29 medallas de varias denominaciones. Noruega le siguió de cerca 4 medallas por detrás. Rusia ocupó el tercer lugar, superando a Canadá y Estados Unidos, lo que puede considerarse un buen resultado, dada la salida de algunos atletas soviéticos a los equipos de las ex repúblicas soviéticas, así como el difícil estado general de la economía, que también afectó la financiación de los deportes.
El atleta más exitoso de los juegos puede considerarse el esquiador noruego Bjorn Dalen, quien recibió tres medallas de oro.