El yoga ayuda a las mujeres embarazadas a prepararse mental y físicamente para el parto. Hay ejercicios que fortalecen el sistema nervioso, que ha sido travieso por la alteración hormonal, alivian la columna vertebral, mejoran la circulación sanguínea y elevan el estado de ánimo y el bienestar general de la futura madre.
Instrucciones
Paso 1
El yoga para embarazadas es un conjunto de ejercicios que tienen como objetivo no solo estirar el cuerpo, sino también limpiar el cuerpo, respirar adecuadamente y relajar todo el cuerpo. Las mujeres embarazadas que practican yoga con regularidad tienen una excelente salud física y exudan alegría y optimismo. El significado de las asanas, posturas especiales de yoga, no es atar en tres nudos y sentarse a escuchar música tranquila, sino encontrar consuelo y conveniencia en cualquier situación inusual, fortaleciendo la espiritualidad y la salud. Para las mujeres embarazadas, el yoga proporciona alivio de varios tipos de dolor y reduce el umbral del dolor durante el parto. Además, las mujeres embarazadas evitan la depresión posparto.
Paso 2
Durante las clases de yoga, todas las asanas se realizan de forma suave y lenta. Los ejercicios están dirigidos a un trabajo suave con las articulaciones y la columna. Las posturas especiales fortalecen los músculos y mejoran la circulación sanguínea a los tejidos y órganos que participarán en el acto del parto. Se presta especial atención a los ejercicios de respiración. Proporcionan oxígeno al bebé y a la madre y alivian el dolor durante el trabajo de parto. Además, con la ayuda de estos ejercicios, se puede evitar el parto débil y la hipoxia en el recién nacido. Existen técnicas de limpieza desarrolladas para mujeres embarazadas que ayudan a no aumentar de peso y a reducir o eliminar por completo la toxicosis.
Paso 3
Las meditaciones especiales ayudan a establecer contacto con el bebé. Enseñan a “escuchar”, comprender y sentir el estado de ánimo y el deseo del niño. Los ejercicios de relajación conducen a la armonía entre la madre y el bebé. Después del yoga, la mujer embarazada siente relajación a nivel emocional, físico y mental. Incluso las posturas invertidas, si se realizan correctamente, tendrán un efecto beneficioso en el cuerpo.
Paso 4
El yoga es adecuado para todas las mujeres con un embarazo normal y bueno. Algunos profesores recomiendan comenzar las clases en el segundo trimestre del embarazo. Sin embargo, incluso en sus primeros meses, el yoga puede salvar a una mujer de la toxicosis. Por ello, antes de iniciar el curso, conviene consultar con su médico y formador, indicándole todos los matices y características del cuerpo. Por ejemplo, una mujer que ha tenido casos de aborto espontáneo está contraindicada en posición de pie, etc. Además, el yoga no es adecuado para mujeres embarazadas que tienen enfermedades infecciosas del sistema musculoesquelético, lesiones en la columna y la cabeza, enfermedades crónicas del sistema cardiovascular.