En las condiciones de la vida moderna, las personas sufren cada vez más un déficit de movimiento. Como resultado de la inactividad física, surgen varios problemas de salud. Puede aumentar la actividad física con la ayuda de una caminata regular.
Senderismo: efectos en el cuerpo
El senderismo al aire libre es beneficioso para el cuerpo en general. Entrenan perfectamente el sistema cardiovascular, mejoran el metabolismo, ayudan a hacer frente al problema del exceso de peso, tienen un efecto beneficioso sobre los pulmones y el sistema nervioso y alivian la depresión.
Al comenzar a caminar con determinación, dormirá mejor, reaccionará menos a diversos estímulos externos, su presión arterial volverá a la normalidad y su sistema inmunológico se fortalecerá. No olvide que el movimiento mejora el estado de ánimo, las cargas musculares contribuyen a la producción de endorfinas, hormonas de la felicidad, lo que significa que al comenzar el día con una caminata, se asegurará un buen estado de ánimo durante mucho tiempo.
Caminata sistemática: ¿por dónde empezar?
Empiece a caminar, tomando distancias cortas. Por ejemplo, para ir al trabajo por la mañana en transporte público, sal una o dos paradas hasta la ubicación de tu oficina. Estime de antemano el tiempo que dedicará a esta ruta. Una caminata de diez minutos todos los días por la mañana puede dar los primeros resultados positivos.
Una vez que haya comenzado a caminar, no se apresure, no se esfuerce por establecer ningún récord de velocidad o tiempo, aumente la distancia gradualmente, agregando 100-200 metros todos los días. Intente disfrutar del movimiento, observe sus emociones, solo deben ser positivas.
Para que nada oscurezca sus paseos, piense en la ruta con anticipación. Es bueno que transcurra por una calle tranquila, lejos de carreteras ruidosas. También presta atención a tus zapatos, deben ser livianos y cómodos.
Factores que afectan la elección de la carga a la hora de organizar una caminata
Algunos de los principales factores que afectan la duración de sus caminatas son su edad y su salud. Lo bueno de caminar es que se adapta a casi todo el mundo, independientemente de la edad. Por supuesto, vale la pena tener en cuenta el estado de tu cuerpo. Entonces, si, por ejemplo, tiene problemas cardíacos, antes de comenzar una caminata recreativa, debe consultar con su médico.
Cuanto mayor es una persona, más gradualmente debe ser atraída hacia el proceso de caminata recreativa, comenzando con caminar distancias cortas (1-2 km) y elevando el listón a 5-10 km por día. Mientras camina, controle su bienestar, si empeora, limite la carga o deténgala por completo, consulte a un médico.
Preste atención también a los factores externos. Por ejemplo, si hace calor o frío afuera, es mejor acortar la caminata o cancelarla por completo, esperando condiciones climáticas más cómodas. En el bochornoso verano, es mejor elegir la mañana y la tarde para pasear.
¿Cuánto es útil caminar?
Hay muchas teorías sobre cuánto puede y debe caminar. Los números van desde unos pocos kilómetros hasta veinticinco. Según los médicos, a una persona sana se le debe dar al menos 30 minutos de caminata al día, preferiblemente eligiendo un ritmo de caminata bastante rápido. Pero si por alguna razón esta cifra es inaceptable para usted, comience con 5-10 minutos y sentirá los primeros resultados positivos después de un par de semanas de caminata sistemática.
Presión de tiempo y caminar
No se desanime si tiene una agenda ocupada y muy poco tiempo para hacer caminatas. Actividades como ir de compras o pasear al perro también pueden ser una buena alternativa a la caminata regular. Siempre que sea posible, utilice menos vehículos. Preste atención a lo que hace durante la pausa del almuerzo: ¿está sentado frente a la computadora o discutiendo algún problema con sus colegas? Trate de encontrar de 15 a 20 minutos para caminar y tomar aire fresco, y su bienestar y rendimiento mejorarán mucho.
Conclusión
El senderismo es sin duda muy beneficioso. Pero esto no significa en absoluto que tú, a pesar de todo, tengas que caminar todo el tiempo. Al elegir una duración y una velocidad particulares de las caminatas, escuche a su cuerpo. Él le dirá cuánto y a qué ritmo debe caminar.